Más de una década dedicados a producir y exportar el mejor aceite de oliva, aprovechando las ventajas climáticas de la zona de Colchagua, similares a las de La Toscana, y aplicando los más estrictos procesos naturales y mecánicos, reciben hoy el reconocimiento internacional como uno de los mejores aceites de oliva del mundo por su sabor, color, aromas y texturas únicas del fruto original.